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TRASTORNOS DE LA ATM
(ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR)

Los trastornos de ATM o de la articulación temporomandibular son, al principio, uno de los más desconcertantes para nuestros pacientes.

Se trata de una de las patologías más estrechamente vinculadas a nuestros hábitos y situación emocional, y puede desencadenar un círculo vicioso, ya que afecta a acciones tan básicas de nuestro día a día como el comer o el hablar (también de sus noches, como la calidad de sueño). 

 Cuando llegan a la clínica, los pacientes describen sensaciones del tipo (es posible que coincidas con ellos en una o varias):

PRINCIPALES

SÍNTOMAS

  • Molestias o dolor que irradia a distintos puntos de la cara –oídos, mejillas, sien– o al cuello.
  • Limitaciones o dificultades a la hora de abrir la boca, bostezar, masticar y/o hablar.
  • Percepción de que la mandíbula se “atasca”, se “traba” o “se sale”; también de que está rígida, como agarrotada, con presión.
  • Ruidos en la articulación, como chasquidos, que pueden estar acompañados de dolor o no.
  • Sensaciones extrañas que nuestros pacientes relatan así: “es como si llevara mucho tiempo inflando globos”, “no me caben los dientes en la boca”, “siento la parte derecha de la cara dormida”, “al tragar experimento mucha presión en la garganta”,
  • Cambios en la mordida.
¿Cuándo deberías acudir al especialista?

Ligada a un diagnóstico tardío, los pacientes vagan por las consultas de dentistas, traumatólogos y maxilofaciales, sin llegar a concretar una solución, lo que se traduce en una sensación de incomprensión e impotencia.

Por ello, y para que no se cronifique, acudir al fisioterapeuta pone freno a ese círculo desde los primeros síntomas. Él o ella evaluarán tu caso y harán un diagnóstico para:

1.
DESCARTAR

Poder descartar una causa grave o potencialmente grave (en estos casos siempre derivamos a un médico).

2.
ORIENTAR

Orientarte en tu dolor: es importante que entiendas a qué se debe, qué puedes esperar durante el proceso de recuperación…

3.
RECUPERAR

Fundamental: establecer un tratamiento que nos permita aliviar los síntomas, recuperar la zona y prevenir futuras situaciones problemáticas.

TRATAMIENTO
INFISIO

Primero, e indispensable, valorar previamente la columna cervical, pues hay una estrecha relación entre estas dos estructuras. Gracias a esta evaluación inicial entenderemos bien cuáles son las causas concretas de tu dolencia para plantear una estrategia personalizada que nos permita atajar de la forma más efectiva tu caso y lograr:

ALIVIAR LA SINTOMATOLOGÍA
CURAR Y PREVENIR

Entre las técnicas que utilizaremos para abordar esa estrategia terapéutica:

TÉCNICAS CONTRA los trastornos de la

ATM
Electroterapia y neuromodulación
Una de las técnicas menos invasivas y más seguras, y que han demostrado excelentes resultados en el tratamiento de diversas dolencias (MÁS INFORMACIÓN).
Ejercicio
¡Ejercicio! Solemos caer en el error de inmovilizar la zona, pero cuanto antes realicemos una serie de movimientos terapéuticos evitaremos la rigidez que el dolor desencadena (MÁS INFORMACIÓN).
TERAPIA MANUAL Y MASOTERAPIA
La manipulación de las zonas afectadas no sólo se limita a masajearlas, sino a movilizarlas y ejercitarlas (MÁS INFORMACIÓN).
PUNCIÓN SECA
Una terapia relativamente novedosa que nos permite reducir la tensión y el dolor al actuar sobre el músculo y el sistema nerviso (MÁS INFORMACIÓN).

¿podemos AYUDARTE?

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