La cervicalgia, al igual que otros problemas del aparato locomotor, puede aparecer de forma repentina o progresiva y deberse a distintas causas: una mala postura, un golpe, estar sufriendo alguna anomalía en la zona mandibular, etc.
A partir de ahí empezamos a detectar sensaciones que empiezan a hacer que movimientos antes insignificantes sean una odisea que afecta a nuestro bienestar.
PRINCIPALES
SÍNTOMAS
- Molestias o dolor en el cuello que se manifiesta o bien de forma constante o bien al realizar un movimiento.
- A veces el dolor irradia al resto de la cabeza.
- Mareos, náuseas y vértigos, ya que la musculatura de la zona cervical tiene una estrecha relación con el sistema de equilibrio del cuerpo.
- Rigidez o incapacidad para mover el cuello.
- Debilidad muscular en los brazos o en las manos.
- Problemas de coordinación.
- Estar limitados a la hora de realizar movimientos básicos que antes hacían sin dificultad (girar el cuello en alguna dirección, mantener determinadas posturas como estar tumbado o sentado, etc.) e incluso en habilidades como la concentración en el estudio y en el trabajo.
No debemos llegar a ese punto en el que el dolor determina cómo va a ser nuestro día a día. Cuando sientas que evitas hacer movimientos o tareas que antes realizabas sin problemas, acudir al fisioterapeuta es el primer paso para frenarlo.
Él o ella evaluarán tu caso y harán un diagnóstico para:
Esa evaluación inicial nos permite descartar una causa grave o potencialmente grave (en estos casos siempre derivamos a un médico).
Orientarte en tu dolor: es importante que entiendas qué está ocurriendo, qué puedes hacer para minimizarlo, qué puedes esperar durante tu recuperación…
Fundamental: establecer un tratamiento que nos permita aliviar los síntomas, recuperar la zona y prevenir futuras situaciones problemáticas.
Antes de diseñar un tratamiento específico para tu dolencia pasaremos un rato haciendo una especie de entrevista a tu dolor en la que tú harás de traductor: platearemos una serie de preguntas sencillas para entender sus causas y poder adaptarnos así a las necesidades concretas que presenta tu caso. A estas preguntas les acompañarán una serie de pruebas diagnósticas en consulta.
Una vez que nuestros profesionales han hecho el diagnóstico, las técnicas más frecuentes que utilizamos en IN-FISIO para el dolor de cuello son: